Los curas tenemos que ser más profesionales

(Dedicado a mi amigo Emilio, con el que he compartido un magnífico viaje por Armenia y a quien le ha comenzado a picar la cosa de empezar un blog)

Le comentaba un servidor a Emilio, cura de Zaragoza, el título del blog: “De profesión, cura” y le decía que muchas personas no comprenden eso de que ser cura fuera una profesión, que si no debería ser más bien una vocación que otra cosa.

Su respuesta es que ser cura no es sólo una profesión, sino que si algún problema tenemos, es que deberíamos ser más profesionales.

Tiene toda la razón. Los curas tendemos a ser un tanto anárquicos. En palabras más comunes, que hacemos lo que nos viene en gana. No se comprendería jamás que un empleado faltara a una reunión de empresa, pero si un cura no acude a las reuniones normales no pasa nada. A nadie medio sensato se le pasaría por la cabeza actuar abiertamente en contra de las directrices de su empresa, pero un cura no tiene problema en predicar y hacer lo que a él buenamente se le ocurra simplemente porque sí. También tengo la impresión de que en ocasiones no nos tomamos a la gente en serio: seguimos pensando que la parroquia es nuestro cortijo y a la vez que hablamos de servir al pueblo de Dios acabamos haciendo lo que buenamente nos viene en gana.

Sí. Estoy completamente de acuerdo con Emilio. Aunque pueda haber gente a la que le chirríe el tema, necesitamos ser más profesionales. Y en eso coloco varias cosas:

Estar al día en la formación, como todo buen profesional. Como hacen un médico, un abogado, un profesor, un economista. Uno no puede andar por la vida con lo que aprendió en el seminario en los años 70.

Cuidar del despacho, de los temas administrativos, del templo y lo locales parroquiales, de la economía, de forma que los recursos se empleen en el trabajo pastoral y en el servicio a los pobres y se haga de forma austera y eficaz.

Asistir a las reuniones de arciprestazgo, vicaría, diocesanas. Colaborar en ellas, mantener un espíritu de servicio y apoyo a las decisiones tomadas.

Ser respetuoso con las directrices y normas de sus superiores, es decir, de la iglesia, del obispo, del papa.

Cuidar de nuestra gente como aquellos a los que he de servir, respetando sus derechos, su vida, sabiendo que tienen derecho a ser atendidos y ayudados como manda la iglesia, no como se le ocurra a su párroco.

Ofrecer servicios con horarios estables: despacho, misas, confesiones, visitas a enfermos, formación…

– Ser muy cuidadosos en predicar la doctrina de la Iglesia, la moral de la Iglesia. En celebrar como pide la Iglesia.

– Hacer realidad ese deseo de servir a todos y de forma especial ser padres de los pobres.

Y posiblemente más cosas que a todos se nos ocurran.

Eso sí, y todo esto, como consecuencia de una profesionalidad que se vive desde la vocación, la llamada, la entrega a Cristo y a la Iglesia. Una profesión vivida como vocación. Pero profesionales. Muy profesionales.

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11 respuestas a Los curas tenemos que ser más profesionales

  1. dolega dijo:

    Si los curas fueran un poquito más profesionales, la visión de la gente cambiaría radicalmente, para bien quiero decir. No lo dudes.
    Besazo

  2. Los curas que yo conozco son (quizás por casualidad estupendos) No soy lo que se llama un «curero», pero hay más cosas que hacen los curas. Y no las menciono, porque le daría pudor a D. Jorge. No es fácil ir a las tantas de la madrugada a ver a un enfermo, al que ya ni su médico quiere ver. Y escucha confesiones de cosas gordas, y pamplinas aburridas.
    No sigo; la tenemos tomada con los curas, en cuyo colectivo habrá gente trepadora, y gente entregada de tal forma, que los que van a misa de compromiso les daría vergüenza.
    Y reciben confidencias que nadie las querría para saberlas, como no fuera con interés malsano. Ellos se las zampan enteritas y a callar.
    Si alguien cree que ser cura es una canongía (las habrá; hay gente pa tó) que se meta y sepa lo que es canela fina.
    ¡Venga ya, con los curas! Hace una labor que nadie querría hacerla. Si comen y se beben un vasito de vino (o tres) también son seres humanos.
    Somos muy exigentes para con ellos y muy laxos para nosotros.
    Y es que hay mucha falta de comprensión y caridad cristiana.
    Los de afuera que piensen como quieran pero los cristianos deberíamos aprender (sin llegar a la curolatría) a respetar y querer a los que siempre están al pie del cañón.

  3. Ana azul dijo:

    Hay que ser profesionales en todos los trabajos, aunque sea solo barriendo, pero si es verdad que hay algunos oficios que deberían serlo mas. Como tú dices, los curas y yo añado, los médicos, los maestros, los psicólogos. Sólo hay que poner un poco de empeño y ganas.
    Saludos
    Ana

  4. Blanca dijo:

    Saludos, amigo Jorge,
    ¡¡Menuda suerte encontrar un buen compañero para un magnífico viaje por Armenia!!
    Yo creo que muy profesionales. La vocación, no quita el que sea es persona profesional y buen profesional…..Lo que no me gusta es que sean “raritos”… Eso se daba alguna vez antes encontrarse con un sacerdote así y hace días me encontré con un jovencito que de seminarista en vacaciones venía a un grupo que iba yo de Renovación Carismática y le noté algo “rarito”…Parecía un niño de Primera Comunión, pero de cura: Todo bien negro, recién estrenado, con el alzacuellos en verano, una cartera de cremallera novísima….¡¡Ha tenido muchos regalos y no le falta detalle!!…Poco después le volví a ver en un funeral de un sacerdote y me dijo que estaba muy contento y le ha tocado un pueblo alejado…Sus padres se han ido a vivir con él y le han puesto la casa muy bien…Está servido de momento y no tiene problemas…
    Bien lo del Blog, aunque a veces entren personas non gratas, pero….de todo se aprende, se les cierra la puerta con un filtro y está. ME GUSTA cuando dices:” Servir a todos y de forma especial ser padres de los pobres”…. Sin olvidar que hay muchas pobrezas, -eso ya lo digo yo-….
    De nuestro nuevo párroco, que estamos encantados con él, destaco, que no necesita imponerse para nada….Parece uno más, ha encajado así desde el primer día y todos felices…..Ahora HIJOS tiene montones, porque PBRES, hay cada día más….Se ha tenido que buzonear pidiendo comida y de todo incluyendo el vil metal….Y la gente está sabiendo responder, han aumentado los días de tener abierto el despacho de Cáritas y también los Voluntarios.
    Un abrazo
    http://www.isladesentimientos.es/

  5. Alvaro dijo:

    Bastante de acuerdo con vd, D. Jorge, aunque le veo subrayar la faceta hacendosa tal vez un pelín más de la cuenta (afortunadamente, no olvida la fidelidad doctrinal, que sí es fundamental).

    No sé si he comentado en alguna ocasión en este foro cómo fue la conversión de Alec Guinness (creo que sí, pero lo repito). En pocas palabras:

    Guinness había sido contratado para interpretar al Padre Brown (personaje de las novelas de Chesterton) en una película que se rodó en un pueblo de Francia. Un día, aprovechando un descanso en el rodaje (y caracterizado como sacerdote católico, ya que el receso no era largo), fue a darse una vuelta por los alrededores del lugar del rodaje.

    En un momento dado, reparó en un niño que, en cuanto le vio, se le acercó alegremente y, cogiéndole de la mano, caminó un buen trecho hablando alegremente con él en francés. Tal era su sorpresa que no supo hacer otra cosa que acompañarle en silencio hasta que, un rato después, llegaron cerca de lo que parecía ser la casa del chico, quien, soltándole la mano y saludándole, se alejó corriendo.

    Como Guinness no sabía francés, no entendió absolutamente nada de lo que el chico le había dicho, pero le interpeló profundamente el ver qué confianza y alegría había inspirado la mera visión de su sotana de atrezzo. Así, estuvo reflexionando sobre lo sucedido mientras paseaba de vuelta al rodaje, ya que la realidad que había vivido minutos antes era incompatible con esa oscurantista imagen que él tenía de los curas católicos: si fuesen realmente tan malvados, no podrían jamás inspirar esa confianza tan plena y franca que había mostrado el chiquillo.

    Resta decir que, tras informarse debidamente y reflexionar seriamente, en 1956 dio el paso de convertirse al catolicismo.

    Traigo esta anécdota a colación para señalar cómo aquellos curas que había conocido el chico y que inspiraban tanta alegría y confianza eran «profesionales» como la copa de un pino, como esos que tanta falta hacen a tantísimas ovejas sin pastor. Y hay una cosa que creo apropiado subrayar: no sabemos si esos sacerdotes gracias a los que Alec Guinness se convirtió eran más o menos trabajadores, sólo sabemos que eran plenamente confiables.

    Así, un cura «profesional» no es más que un digno representante de la Iglesia, fiel a su doctrina y cuyas palabras y actos son plenamente acordes con lo establecido por Cristo y con lo que su Iglesia ha establecido a través de los siglos en sus leyes y en su magisterio. Alrededor de ese tipo de curas brotan las conversiones y se vivifican las comunidades, porque la labor de un «cura» es simplemente «curar almas», y eso depende de la fortaleza de su ministerio, no de sus pobres fuerzas humanas.

    Si además es buen organizador y administrador, es inteligente y simpático, sabe tocar y cantar, cuenta buenos chistes, cocina bien y domina las chapucillas domésticas, mejor que mejor, pero todo eso no es lo fundamental: el sacerdote que busque su profesionalidad en hacer mil actividades en lugar de en curar almas sólo estará dejando claro que no ha entendido nada de lo que sucedió el día que Cristo visitó a Marta y a María.

    Un saludo.

  6. Alvaro dijo:

    Lo que he puesto en el otro comentario me ha hecho recordar otra pequeña historia, que narra una conversación entre un joven y un sacerdote amigo suyo. Me ha parecido que el fondo de la historia aplica perfectamente al caso de los curas «profesionales», aunque en su versión original la conversación no versaba sobre curas precisamente.

    La conversación original versaba sobre cuánto valía realmente la chica con la que el primero había decidido casarse:

    – ¡Ella vale muchísimo, créeme!
    – ¿Estás seguro de eso?
    – Completamente.
    – Veamos, pues, cuánto vale realmente la chica.

    Sacó entonces papel y lápiz el sacerdote, y pidió al joven que le describiese cómo era la chica:

    – Es muy guapa…
    Inmediatamente, el sacerdote escribió un cero en el papel.

    – …también es muy simpática…
    Otro cero, a la izquierda del primero.

    – …es inteligente, elegante, culta…
    Tres ceros se añadieron a la izquierda de los anteriores.

    – …es muy buena cocinera, es austera con los gastos, muy trabajadora…
    Tres ceros más.

    Y así siguió la cosa, con el joven glosando las virtudes de la chica y, a cada nueva alabanza, con el sacerdote poniendo más y más ceros a la izquierda de la cifra en el papel, que todavía reflejaba un inmenso «nada».

    Al poco, el joven, que no entendía por qué tantas y tan buenas cosas parecían no valer nada a ojos de su amigo, le preguntó entre extrañado e indignado:

    – ¿Qué pasa, tan poco vale todo lo que te he contado de ella?
    – Es que hay una cosa de la que aún no me has hablado.
    – ¿A qué te refieres?
    – Dime… ¿es religiosa?
    – ¡SÍ!

    Al oír tan rotunda respuesta, una amplia sonrisa se dibujó en el rostro del sacerdote y, ceremoniosamente, escribió un uno a la izquierda de tantos ceros. Definitivamente, la chica valía un Potosí.

    Y es que, a fin de cuentas, lo que importa es lo que importa.

    Un saludo.

  7. Emilio dijo:

    Muy interesante la cuestión que planteas y que desarrolla nuestra animada conversación en Yereván. Te felicito. Un cordial saludo, amigo Jorge.

  8. Blanca dijo:

    ¡¡¡Anda, ahora descubro que es Emilio el compañero de viaje de Jorge!!!….Saludos, Emilio!!

  9. maria s dijo:

    YA ME GUSTARIA QUE ESTE BLOG LO LEYERAN ALGUNOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL, Y DE LAS «ALTAS ESFERAS ECLESIASTICAS»
    mARIA

  10. Eddy Barquero dijo:

    yo pienso jorge que deben ser mas sacerdotes que profesionales porque por esperiencias con varios son muchas veces mas profecionales que sacerdotes nosotros en este momento tenemos la bendicion de tener un sacerdote muy preparado y sin dejar deser sacerdote pero como decimos por aca hay que orar por todos ellos muchas bendiciones para todos

    Date: Sun, 14 Oct 2012 07:16:37 +0000 To: eddybarbar21@hotmail.com

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