Archivo mensual: febrero 2009

Un profesor mío de cristología, recuerdo nos explicaba las tentaciones de Jesús diciéndonos que se resumían perfectamente en las tres “p”. La verdad es que a este hombre se le entendía todo. Nos contaba cómo en las tentaciones de Jesús … Seguir leyendo →

Un servidor, aunque muchos no se lo crean, sabe de muy poquitas cosas. Y entender, ni de armarios. Por eso tengo la costumbre de fiarme en mis cosas de la gente que de verdad sabe. Ahora mismo, para las obras … Seguir leyendo →

Pues me dejaron un tanto planchado. Anoche salí de la parroquia tarde. Entre la misa, una reunión de matrimonios y preparar las cosas para el día de hoy, se me fueron las horas. A lo que iba. Una reunión de … Seguir leyendo →

Seguro que estaban convencidos de que iba a hablar de la cuaresma. Pues no. Justamente hoy no. Porque hoy donde se entre, en la prensa, en los medios religiosos digitales, en las misas, en muchísimos spaces, el tema del día … Seguir leyendo →

No creo en estereotipos. Eso de que los catalanes son tacaños, imprevisibles los gallegos, chulos los madrileños y vagos y jaraneros los andaluces. Hoy, voy a hacer una excepción y a etiquetarme yo mismo. Porque señores, señoras, un servidor es … Seguir leyendo →

La calidad de un space, de un blog la dan sus lectores, evidentemente. Y la reflejan de forma especial los comentarios que van llegando. Tengo que decir que desde ese punto de vista soy alguien muy afortunado. Primero por el … Seguir leyendo →

Optimista por naturaleza. Sobre todo, optimista por fe. Una palabra de la primera lectura de este domingo: “mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo”. Sí. Esto … Seguir leyendo →

  Don Camilo y el nuevo predicador Cada año, Don Camilo se encargaba de dar a sus feligreses las charlas cuaresmales. Para decir a todo ellos, terratenientes orgullosos, rojos de siempre, viejecitas habituales y una pandilla de mozalbetes inquietos, que … Seguir leyendo →

  Señora: yo tengo mis principios. Si no le gustan, tengo otros. Groucho Marx