El señor cura con la camiseta de cerveza la cusqueña

Mañanita de un sábado cualquiera. El señor cura, servidor por ejemplo, aprovecha la extraña circunstancia de unas horas de tranquilidad para ponerse con la casa como tantas familias en similares horarios.

Como pueden imaginar, para esos menesteres el señor cura no suele ponerse la sotana, ni siquiera una camisa negra. Al menos yo. Así que unos vaqueros viejos, una camiseta cualquiera y a por ello. Lo normal: pasar la aspiradora, trapito del polvo, fregona, especial entusiasmo en cocina y baño… Y la perspectiva, si es posible, de ir a la comprar al final de la mañana. Iluso.

Porque no había pasado media hora de faena cuando suena el teléfono por primera vez. ¿Don Jorge? Sí, dígame. Soy la hermana Recesvinda, que estamos aquí en la puerta de la parroquia cuatro hermanas que han venido de fuera y querían ver la parroquia. ¿Podría bajar? Claro, hermana, un momento. Primer cambio de ropa. Porque no vas a bajar a enseñar el templo a las hermanas con la camiseta de la cusqueña, la mejor cerveza del Perú. Media horita que se va. En fin, ya que han venido…

De vuelta a casa, con la fregona en medio del pasillo, y el bote de “limpiabaños” con lejía atomizada, tornas a la alcohólica camiseta para seguir jornada. Vana pretensión. Porque el teléfono tiene el día tonto. ¿D. Jorge? Sí, diga. Mire, que estoy en la capilla de la adoración perpetua, que son las once, me tengo que marchar y no llega el relevo. ¿Podría bajar? Claro, deme cinco minutos. Ya saben. Fuera cusqueña, viva el negro y raudo a la capilla para encontrarte, al llegar, con que hay dos personas rezando, una de ellas la del turno de las once que se había despistado cinco minutos.

Hale, a casita, que está la casa como para llorar dos tardes. Qué les voy a contar a estas alturas. Vuelta al cambio de ropa, a la camiseta esa de la cusqueña, a retomar el limpiatodo, la bayeta ultrasónica, el trapo mega ecológico y la lejía de siempre. El caso es que empiezas a no fiarte ni de tu padre. Pero bueno, la cosa no fue mal. Hasta que… Sí, hasta que volvió a reclamar el teléfono. ¿Oiga? Mande! Somos los del bautizo de esta tarde, que traemos unas flores, y de paso querían ver la iglesia mis padres. ¿Podría abrirnos? A estas alturas ya no sabes si esnifar el limpiahornos, hacerte una infusión de limpiacristales o bailar Paquito el chocolatero marcando la gracia y el remeneo con un trapo del polvo y dos bayetas.

Por tercera vez cambio de look, bajada al templo y sonrisa de no pasa nada. Sobre todo cuando te dicen ¿no le estaremos entreteniendo, verdad? Que es justo cuando te entran ganas de decir: no, para nada, los curas nos pasamos las 24 horas en el despacho o en casa, sin hacer nada, leyendo libros piadosos por si alguien quiere ver la iglesia o traer flores. No tenemos nada más que hacer.

¿Piensan que exagero? Estoy seguro que a más de un compañero le pasan cosas así,. Y lo divertido es cuando te dicen: ¿qué, estaba en casita? Pues sí. Je, qué tranquilidad la suya. Quién pudiera.

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4 respuestas a El señor cura con la camiseta de cerveza la cusqueña

  1. Blanca dijo:

    ¡Saludos, Jorge!…. En algunos momentos tenías que hacerte INVISIBLE y ni aparecer ni coger el teléfono, si tienes un compañero, para que en caso de necesidad pudiesen recurrir a él. Pero no para «cositas»…Sino para un enfermo que está MAL y se quiere confesar, por decir algo, pero….NADA MÁS. Yo descuelgo el teléfono en las horas que digo (Como si no estuviese)….
    Te hacía falta una mujer de limpieza un par de días a la semana, que con 3 horas como mucho te dejase la casa arreglada….Mira a ver la Señora Rafaela…Y mientras tanto aprende a decir NO PUEDO en algunas ocasiones …
    Un abrazo

  2. Marta dijo:

    Apreciado Jorge,
    Sus palabras me dejan entrever que un cura y una madre de familia tienen mucho más en común de lo que creía; disponibilidad a cualquier hora del día y la noche… Pero mi camiseta de trabajo es bastante más bonita y práctica;) Lleva una cara con sonrisa dibujada y así disimula mis malas pulgas cuando interrumpen por enésima vez el fregau,
    Paciencia, que es la ciencia de la paz, ánimo y un abrazo!

  3. María dijo:

    Igual es que mi parroquia es muy diferente, pero aquí no pasaría eso. En primer lugar hay gente contratada en secretaría y en sacristía, y como son varias personas, es muy raro que a una hora «normal» no haya nadie atendiendo. A horas intempestivas, como mínimo te encuentras a la persona del turno de la capilla de adoración perpetua y al guarda de seguridad.

    No sé si es que en mi parroquia se maneja un presupuesto mucho más elevado del habitual, pero hay muchas personas que cobran sueldo por trabajar en la parroquia (tantotareas pastorales como administrativas) y al servicio de la comunidad, entre ellos los curas. Además de un número enorme de voluntarios y diferentes comisiones con llaves y autonomía.

    Igual para el párroco es más complicado, hay que tener en cuenta que se le simplifica el trabajo pero coordinar todo no es tarea facil!

    Puede que al final sea un simple problema de presupuestos y de tamaño de parroquia porque además de los curas hay contratadas a jornada completa, o media jornada: 3 sacristanas, 2 secretarias, 2 limpiadoras y 5 liberados para la pastoral . Además del servicio de seguridad para las noches y madrugadas en la capilla de adoración perpetua, que se ha contratado con Pro-Segur.

    Supongo que estoy comparando dos parroquias muy distintas de tamaño y economía, pero igual contratar a alguien para estar en la parroquia no es tan mala idea. Y hablo de gente formada, por ejemplo, los liberados para tareas de pastoral han estudiado Teología, bueno, Ciencias Reigiosas, la de 5 años, no la de 7.

    Además que el número de voluntarios para las dierentes actividades es muy alto. Hablo de más 30 catequistas de infancia, además de comisión de liturgia, equipos de acogida al bautismo, otros al matrimonio, etc, equipo de acompañamiento en el duelo, Caritas y Caritas del Nuevo Rostro, grupos de despertar religioso de 0 a 6 años, ludoteca y apoyo escolar, grupo de pre-adolescencia, preparación a la confirmación, en el tema formación bastantes opciones: Maduración en la fe, catequesis de adultos, circulos bíblicos, formaciones especificas, etc.

    Lo malo de esto, que al cura hay que verlo en pintura o pidiendo cita! jaja.

  4. 🙂 jajaja estoy de acuerdo contigo Jorge. Y también con Marta jajaja pero creo que eso forma parte de lo que sois. Hay que estar por y para el pueblo :))) (aunque a veces el pueblo podría descansar y dejar las cosas para otras horas….jajja)

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